Aporrea, Miércoles, 22/07/2009
El 1 de enero de 2009, la pequeña Isla de Cuba celebró el 50º
aniversario de una revolución que logró derrotar a la brutal dictadura que la
dominaba para comenzar a establecer en
su largo y a menudo complicado camino hacia el socialismo.
En todo el mundo, los medios de comunicación masiva han
combinado informes con distorsiones y mentiras sobre el tema de la democracia
enla isla, focalizando la revolución en el más claro de sus símbolos: su líder
histórico, Fidel Castro y el icónico ejército guerrillero que marchó a la
Habana en la primer semana de 1959, precisamente con Castro y el revolucionario
de origen argentino, Ernesto Che Guevara a la cabeza.
En el mejor de los casos, esta visión nos presenta sólo una
imagen parcial sobre la Revolución Cubana ya que pasa por alto los cientos de miles
de personas que en el movimiento urbano clandestino se opusieron al asesino
dictador apoyado por los Estados Unidos, Fulgencio Batisa quien fue derrocado
por la revolución en combates callejeros, movilizaciones obreras que pararon la
producción hasta llegar a la organización de huelgas generales como la
organizada el 2 de Enero de 1959, misma que finalmente puso al régimen de
rodillas.
El mismo punto de vista sobre Cuba también hace caso omiso
de la lucha de los trabajadores y otros sectores populares que, después de huir
Batista, transformó la lucha contra la dictadura en una revolución que derrocó
a una clase política cuya corrupción y régimen autocrático ponían en peligro
las aspiraciones del pueblo cubano por democracia y justicia social. Una Revolución
Socialista iniciaba a unos pasos de la mayor potencia capitalista de la tierra.